domingo, 24 de noviembre de 2013

SOY YO QUE ELIGE SER FELIZ. POR ISHA

¿Qué es la depresión? Lo opuesto de la expresión. Entonces ¿en qué te enfocarás de acuerdo al resultado que quieras lograr? Lo primero que tenemos que hacer es comenzar a enfocarnos en la alegría - en la belleza, la inocencia, la apreciación, el amor y la gratitud presentes en cada momento. ¿No es hora ya de que tengamos un poco más de eso? ¿Cómo se expresa la alegría? Esto es lo más maravilloso de la alegría: no tiene un formato fijo. Su forma es una vibración de vacío. La alegría es como un manantial de montaña: sus burbujas efervescentes, surgiendo eternamente de sus profundidades. Su espontaneidad constante nutre y refresca, fluye y rellena.

La dicha no busca lo que está mal. No critica lo externo yendo tras un culpable para sus sentencias y predicamentos. Si lo hiciera, sus aguas pronto se estancarían, decolorándose y quedando sin vida. La dicha está abierta al amor y a ser ese amor. No tiene una idea preconcebida de cómo debe ser el amor y a quién se debe dar.

En lugar de esperar la plenitud externa - el placer, la siguiente novedad para consumir, o el nuevo juego - conviértete en esa dicha. Luego muévete al mundo para compartirlo con la humanidad.

La dicha vive en el momento presente, así que deja de vagar en el pasado y en el futuro - que ya han tenido bastante de su tiempo, ¿verdad? Es el momento de darle al aquí y al ahora - al presente, donde la vida realmente está sucediendo -, un poco de la atención que se merece.

A los adultos, los niños nos llevan ventaja en el área de la felicidad - ellos se acercan a todo como si fuera la primera vez, completamente libres de lo que haya sucedido anteriormente. Ven la magia y la maravilla en todas partes. ¿Te imaginas qué alivio sería el volver a ese estado?

domingo, 17 de noviembre de 2013

ME AFECTA TODO LO QUE VEO A MI ALREDEDOR ! COMO SENTIRME BIEN. POR ISHA

La mayoría de las personas sienten miedo cuando reciben una palabra airada, un grito, o cualquier expresión de molestia de parte de los otros. Entonces activamos una especie de escudo para que nada nos toque, creemos que tenemos que protegernos; pero en realidad de lo que nos estamos protegiendo es del amor, porque este escudo que impide sentir las emociones, y también está evitando que el amor nos toque de verdad. 

Tenemos estas ideas y protecciones y estos “no” y creemos que nos estamos protegiendo de lo externo; pero las agresiones y los juicios están adentro, son internas y siguen viviendo dentro nuestro. 

Todo aquello que vemos afuera que nos duele, y nos avisa que está en nosotros, pero si nos defendemos y proyectamos el agresor afuera nos desconectamos y perdemos la oportunidad de sanar lo viejo que reacciona en el ahora. 

Entonces, ¿Cómo puedo ser libre de todo eso que me afecta? 

Hay una sola forma que yo conozca y esto es, vaciarme para que lo que venga de afuera me atraviese, pero de verdad no porque estoy escudando o anestesiando algo. 

Si alguien me grita, eso tendría que atravesarme, pasar a través y no entrar en un drama de: 
¿Cómo puedes estar enojado conmigo? Qué se cree! 

¡Me acabas de atravesar el alma! Me rompiste el corazón. 

La cosa es que cuando no estamos vacíos todo nos afecta. Entonces todo esto, si reconozco que está en mí, en lugar de engancharme en una guerra interpersonal, puedo parar, sin reaccionar automáticamente pero sintiendo, sintiendo la emoción, paro, siento, muevo la carga, me hago responsable de esa carga y la dejo ir. 

domingo, 3 de noviembre de 2013

ENTREGANDOSE A LA EXPERIENCIA DE LO QUE ES. POR ISHA

Permanentemente la vida fluye hacia nosotros a través de experiencias, es lo que la vida es, siempre que las recibamos con apertura y con un sí, pero a veces tenemos resistencia para aceptar algo que esté fuera de nuestras estructuras. Discriminamos lo desconocido, aquello con lo que no nos identificamos, que no corresponde a nuestra teología, a nuestras ideas, a nuestras preferencias.
Creamos una personalidad para poder definirnos como individuos, y dentro de esta personalidad estructuramos sistemas de creencias, y en cuanto comenzamos a identificarnos con ellas, sentimos que tenemos que defender estas creencias, porque ahora están definiendo quiénes somos nosotros. Pero a medida que nos convertimos en amor-conciencia nos damos cuenta que nuestros sistemas de creencias son simplemente ideas que hemos cultivado a lo largo de nuestra vida. Y entonces abarcamos nuevas perspectivas, ahora con una mente más abierta, en lugar de un rechazo automático y rígido. Cuando nos transformamos en amor, encarnamos todo. Cuando nos limitamos a nuestra personalidad y a los sistemas de creencias, no hay lugar en nuestra estructura para nada más.