martes, 23 de febrero de 2016

¿ AMOR O ADICCION? . POR ISHA

Me preguntas si lo que sentís es amor cuando no podes dejar de pensar en alguien, cuando te obsesionás.  Yo a eso lo llamo adicción, o lo llamo simplemente hormonas, pero no lo llamo amor.

 Cuando me decís: "¡no puedo dejar de pensar en él! ¡Es lo único que existe para mí, tengo que tenerlo! ¡Es mi vida! ¡Mi todo!" entonces...no, no, no lo llamo amor.  En la conciencia nada es así,  es sólo un lugar en el que sos, un lugar de presencia, un lugar de silencio, un lugar en el que sos amor en todo, sin preguntas, porque tenés todas las respuestas.  Y eso es para mí el amor.
Y si te cuestionas acerca de si estás apegado o no en una relación, es fácil.  Es fácil saberlo:  ¿Cómo te sentís? ¿Te sentís libre? ¿Sentís que confías o sentís que tenés que controlar y que hay miedo a la pérdida o al abandono permanente? ¿Cómo te sentís? ¿Estás controlando? Si fuera así, es apego.  Si es lo opuesto, es amor.  Pero te puedo garantizar que es una mezcla de los dos, porque hasta que no te transformes vos totalmente en el amor incondicional a vos misma, estarás viendo afuera, en tus relaciones, la expresión del apego, del miedo que aún vibra dentro.

¿Entonces qué hacer?

jueves, 11 de febrero de 2016

BUSCO MUCHOS MÉTODOS DE AUTOAYUDA Y NADA ME SATISFACE. POR ISHA

Me preguntas por qué hay tantas personas que buscan y siguen tantos métodos de auto-ayuda o espirituales, pero que en realidad no se comprometen con nada.

Pues tal vez no han encontrado lo que sienten que es bueno para ellos, lo que satisface a su corazón, o tal vez son adictos a la búsqueda, pero en realidad no quieren encontrar. No hay nada de malo con buscar y seguir buscando, pero no lo uses para sufrir.  Observa  y cuida para no utilizar la experiencia  de "no encontrar” para desilusionarte, para culpar al afuera, porque esto fue lo que tú elegiste. No lo uses para alimentar el lugar de víctima, de engañado, de desilusionado. 

Muchas veces, no nos hacemos responsables de nuestras elecciones. Pero siempre eres tú el que elige, eres tú el que decide dónde enfocar su atención, a qué prestarle atención, sea por un momento o por un tiempo largo. Nadie te obliga a hacerlo.  Incluso cuando dices: "me convencieron", fuiste tú mismo el que creyó en algo y actuó en esa dirección, para escuchar más, para sentir o saber más, para hacer algo nuevo o diferente.  Aunque sea por un instante tuviste el pensamiento interno: "voy a ver de qué se trata".  O sea que cuando te convencen,  también es tu propia responsabilidad, y siempre, así como diste el paso para acercarte a algo, puedes dar el paso para alejarte y cambiar de rumbo.  Como una pequeña nave que para quedarse en un punto tiene que echar su ancla y al continuar navegando, la recoge y avanza hacia otras costas.  Nadie es víctima de que le hagan hacer algo, y  aquí es donde, activa o pasivamente, eres responsable. Si no te gustó y no dijiste nada y te quedaste, elegiste. Pasivamente, pero elegiste con tu acción.  El punto es hacernos responsables de todo.  De elegir quedarnos o irnos, de que nos guste o no nos guste. Nadie fuerza a nadie a hacer nada. Pero si este es tu sentir, hay ahí un punto profundo que necesitas abrazar y amar, y encontrar tu propia libertad.

Tienes que estar claro que con todo lo que tu experiencia te trae, siempre tienes que apuntar el dedo de vuelta a tí, que no se trata de lo que el afuera haga o no haga, sino de lo que tú estás siendo en esa experiencia que elegiste, de estar conectado, anclado. Así abrazas la responsabilidad de tu creación. Pero no es que algo sea malo por el hecho de que no te guste. Simplemente no te gusta, entonces, señal clara, no es para tí.  Si vas al supermercado y eliges dentro de la variedad de sopas una que no es de tu agrado, ¿vas a culpar al supermercado? ¿a la marca de la sopa? ¿o simplemente pruebas eso que recogiste con tu mano, ya que lo elegiste para tener tu experiencia? No te gusta, pues bien, no es para tí.

martes, 9 de febrero de 2016

TE POROHAU, CHAMAN MAORÍ WAITAHA Y MONGE BUDISTA. La contra de la VANGUARDIA

Tengo 76 años y dos casas, una en el sur de Nueva Zelanda y otra en el norte, donde me ocupo de mis 28 hijos (jóvenes de la comunidad). El último: un japonés al que adopté tras Fukushima. Nada de lo que explico es personal, es ancestral. Soy monje budista. Al morir, los waitaha volvemos a las estrellas






Ternura masculina

Es un hombre grande y amoroso cuyos abrazos de oso tienen el don de sanar, aunque sea momentáneamente, un corazón dañado e incluso un dolor de espalda (doy fe). Lo he visto llorar viendo el dolor en los ojos de una mujer o sosteniendo en su mano la diminuta mano de un bebé. Llora y sonríe. Su mujer es japonesa, Junco, más seria, casi severa, y lo acompaña. “Estamos juntos desde que los waitaha establecimos una alianza con Japón y su cultura budista, y es miembro ejecutivo de nuestro consejo de ancianos. Cuando viajo, su papel es el de hermana mayor. Debemos seguir las enseñanzas de las comunidades capaces de vivir en paz, por eso he venido a Barcelona, un portal de paz, a la llamada de la Proclamación Universal por la Paz”.




Junco es mi pareja, su apoyo incondicional me sostiene.
Es usted muy galante.
No es galantería, la nación waitaha es una comunidad matriarcal. Mi hermana mayor es la líder.
¿Y qué significa eso?
En nuestros parlamentos las mujeres tienen el papel principal. Creemos que las mujeres tienen un mejor entendimiento de cómo defender y cuidar a sus hijos, a sus nietos, e incluso a nosotros, sus maridos. Cualquier decisión se debe tomar desde lo femenino y lo masculino.
Pero ustedes son fuertes y robustos.
La fortaleza no está en los músculos. Hace muchos años los ingleses vinieron a nuestras tierras, todos eran hombres, y observamos que tenían el ego muy desarrollado.
Con ese ego los sometieron.
El ego de un hombre se puede comprar. Nos sorprendieron con su manera de actuar, porque nosotros aprendemos la importancia del amor, la confianza y la verdad, que son principios femeninos.¿A cuándo se remonta su comunidad?
Unos 50.000 años de antigüedad. Hoy nos distribuimos por toda Nueva Zelanda. Yo nací en una familia muy pobre, pero respetábamos nuestra tierra y nuestros ríos, así que nunca pasamos hambre. Siempre cantábamos. No teníamos dinero, pero teníamos mucho amor.

SABIDURIA HO'OPONOPONO. Conferencia Mabel Katz

lunes, 8 de febrero de 2016

SER HONESTO CON UNO MISMO. MENSAJE DE P'TAAH. FEBRER 2016


Interlocutora: P’taah, Por fin he encontrado una relación llena de alegría, libertad y plena satisfacción, pero está surgiendo el miedo de volver a una relación en la que esto no sea así para nada. 
P’taah: Querida ya no eres la persona que tuvo esas relaciones hace tiempo. Tampoco vas a atraer a tu vida los mismos aspectos de la personalidad, de aquellos con los que estuviste antes. Estamos hablando, claro está, del control abusivo. Ahora ya no vas a atraer eso. Ya no eres esa frecuencia. 
Interlocutora: Sin embargo, esta relación tan satisfactoria que he atraído tiene otros miedos profundos. 
P´taah: Así es. Es como si se hubiera invertido la balanza y ahora eres tú quien es percibida como la persona poderosa que está al mando. 
Interlocutora: Si, y algunas veces cuando afrontamos nuestros miedos más profundos (ya sabes que hasta cierto punto he abrazado mucho miedos) pero cuando me pongo con otras personas a hablar sobre sus paranoias, su verdadera naturaleza, cómo son cuando están en el amor, enfermedades mentales o cualquiera de estas cosas, parece como si estos miedos son más profundos de lo que yo soy capaz de abrazar. 
P’taah: Son miedos muy profundos y muy poderosos porque son temas que jamás se han afrontado… no sólo en esta vida sino muchas en muchas otras. 
Interlocutora: Eso es, y sé cuán poderosa es la herramienta del niño interior al abrazarlo y respirar con él, en el momento en que aparecen los miedos y todo lo que nos dices sobre la llave de la transformación. Sin embargo, sigo sintiéndome completamente incapaz de transformar estos miedos a un nivel tan profundo y sé que muchos otros sienten lo mismo. ¿Podrías hablarnos un poco más sobre esto? 
P’taah: Aquí hay dos cosas. Una es que no hay nada que arreglar. Y la otra es que sólo pueden lidiar con lo que les está sucediendo en el momento presente. Ustedes ven su vida y se dicen: “Oh Dios mío todavía estoy en este inmenso pantano de agitadas energías oscuras, de paranoias, o lo que sea, que no ha sido resuelto… y nosotros les preguntamos, a lo largo del día y de sus actividades diarias, ¿cómo va todo? Lo cierto es que muy bien.

SERGO TORRES. SIN MIEDO A VIVIR. CHILE 2015

domingo, 7 de febrero de 2016

LA INJUSTICIA. POR ISHA


Es muy común que durante el día nos enfrentemos a una seguidilla de acontecimientos que nos llevan a sentirnos víctimas de injusticias, llenos de rabia o de tristeza, explotando frente a situaciones que no podemos controlar y que nos llevan a padecer tan aborrecido lugar. 
Lo injusto realmente nos mueve, y es más, ¡parece mover el mundo! Pero en realidad, podemos transformar esta misma indeseada situación  en el regalo más grandioso. Y tú pensarás, al leer esto: “¡¿La injusticia, un regalo?!”.  Sí, justamente. Y es porque lo que realmente nos mueve hasta lo más profundo,  llenándonos de ira, de impotencia, de dolor, de indignación, de un cúmulo de sentimientos - por ejemplo, después de haber padecido alguna injusta acusación - es que ahora tienes que probar que eres inocente, que eso que sucedió, en realidad no fue así. 
Yo te pregunto en este momento: ¿Cuántos episodios de injusticia has vivenciado personalmente, o cuántas veces has sentido indignación porque, a través de los medios, te has enterado del  sufrimiento o de injustas situaciones que padecen otros vecinos de la ciudad, del país, del mundo?
Juguemos a usar esto para convertirlo en un regalo de transformación y un aliado para tu crecimiento interior.  Después  que hayas confeccionado esta lista, pregúntate: “¿Qué es lo que me provoca esto? Realmente, de verdad ¿qué me mueve emocionalmente?” Y entonces te conectas. No hablo aquí de la necesidad de responder peleando, o en contra de eso que activa la injusticia, sino de lo que ese hecho te hace  sentir. Entonces, luego de preguntarte: “¿Qué me provoca eso?” “¿Cómo me siento con eso?”, mueves la carga emocional y vas, con ese sentir, lo más profundo que te sea posible, dentro de ti. 

LA LIMPIEZA DEL HO'OPONOPONO. Meditacion basada en la obra de Mabel Katz

CONFERENCIA DE LA SEMANA 10 D DICIEMBRE. POR ISHA