Según un estudio publicado recientemente,
España lidera el consumo de datos de Smartphone en Europa (ver noticia). Los
smartphones son esos móviles que permiten una conexión continua con toda Red
Social o fuente de información. Esto es
que nos gusta mucho hablar, relacionarnos e intercambiar contenidos: casi da
igual el contenido a veces, lo importante es hablar…
¿Por qué necesitamos hablar tanto con los
demás?
Parece que lo que queremos, es estar en
comunicación con los demás, pero en realidad, lo que ocurre es que no queremos
estar en comunicación con nuestra
sensación de soledad. No queremos estar en comunicación con nuestro dolor
profundo de no saber quienes somos ni
por qué estamos vivos. Por eso es que hablamos tanto. Si nos fijásemos sólo por un instante, en todo lo que decimos
a lo largo del día y mirásemos cuántas de esas cosas surgen de nuestra paz, de
nuestra alegría o de nuestro amor, seguramente habría personas que no
encontrarían ni una sola palabra.
En la música, para que la melodía suene
armónica, el silencio es muy importante: es lo que permite que la música tenga
tiempo y ritmo, y que sea agradable. Sin embargo parece que esto no lo
aplicamos a las conversaciones humanas: el silencio “incomoda”.
¿Al tratar de hablar tanto, acaso huimos
del silencio?
El silencio, en cierto modo nos atrae, porque
es nuestro origen. Lo que ocurre es que hemos envuelto nuestro silencio con una
capa de ruido, llena de dolor. Y es de esa capa de la que huimos. Cuando nos
comunicamos, en realidad estamos
buscando las propiedades del silencio: la unidad, la comprensión, la
paz, la alegría. Por lo tanto, cuando yo me comunico con alguien, estoy
esperando eso, pero no lo conseguimos porque al huir de nuestro dolor que
envuelve el ruido, terminamos huyendo del silencio que existe detrás de ese
dolor.
Curioso, que otra “arma tecnológica” que el
ser humano inventó para huir del silencio y de ese dolor, es el
“Entretenimiento”
¿De qué necesitamos estar entre-tenidos?
De ese dolor interno. Necesitamos tener
nuestra conciencia atrapada en nuestras sensaciones, porque si no lo hacemos,
nuestra conciencia, de forma natural,
tiende hacia el silencio, tiende hacia
esa parte interna, profunda. Y en ese
viaje hacia dentro, vamos a tener que cruzar sí o sí, esa capa de pura soledad, de pura desconexión, de puro
dolor. Por eso buscamos mirar hacia fuera, porque la mirada interna nos lleva a
encontrar el silencio que está justo detrás del dolor más intenso que jamás
imaginamos, el dolor de haber olvidado ese silencio.
Parece que todo esto tenga que ver con eso que
llaman “El camino a la felicidad”. Para
algunos la felicidad no existe, en cuanto, como la perfección, es un ideal a
perseguir, algo a que aspirar; Otros dicen de que no hay camino a la felicidad,
sino que la felicidad es el camino. Otros se han planteado montar estudios que
llaman “científicos” al respecto. Otros simplemente la viven y la experimentan,
sin cuestionarse más.
¿Es verdad que en cada momento tenemos la
opción de elegir si buscar la felicidad o simplemente sentirla y
experimentarla?
Sí, de hecho, el que elige parar de buscarla y
sentirla, es consciente de esa elección. En cambio el que elige seguir
buscándola, no es consciente de que está eligiendo eso, sólo es consciente de
su necesidad de encontrarla, y cree que la busca debido a esa necesidad. Es por
eso que jamás va a sentirla, porque la necesidad no lleva a la felicidad.
¿Puedes darme algún consejo para que pueda
demostrárselo a algún lector o cliente?
No, porque la vida de cualquier persona ya es
pura felicidad. La vida es felicidad, lo que ocurre es que nosotros analizamos
la vida, en lugar de vivirla. Valoramos si es buena, mala, si me hace feliz o
no, en lugar de darnos cuenta de que estamos vivos, y que esa vida es pura
felicidad en sí misma, aunque parezca haber dolor en ella.
Ser felices:
¿Tiene que ver más con una decisión personal de tomar una posición ante
la vida, o con una cuestión circunstancial de valorar la posición en la que la
vida nos sitúa?
Es lo mismo, si esa decisión personal o esa
valoración terminan en aceptar la vida tal cual es y nos disponemos
abiertamente a aprender de ella. La vida siempre tiende hacia la felicidad a
pesar de que nosotros en nuestro análisis humano pensemos lo contrario.
Recordemos que la vida es felicidad.
Esto parece que tenga que ver mucho con la
Actitud Personal, pero la felicidad:
¿No es más bien cuestión de habilidades?Me
refiero al si ser felices no tenga que ver más con desarrollar esa habilidad de
suspender los juicios (positivos y negativos) y saber “fluir con la vida”,
independientemente de la experiencia que tengamos…
Sí, siempre y cuando, ese fluir con la vida
también incluya el juzgar. La felicidad es plena y no rechaza ni cuestiona
nada. Quiero decir que si voy a usar mis habilidades para rechazar algo en mí
para llegar a ser feliz, entonces no seré feliz. Como mucho, en lugar de ser
feliz, creeré serlo, por el hecho de creer que ya no juzgo. Y eso es un juicio
también.
¿Es inevitable Juzgar?
Sí, es inevitable. Evitar juzgar implica creer
que juzgar es malo porque me impide ser feliz y esta creencia es un juicio. Este
intento lleva a muchas personas a practicar y entrenar muy duro para conseguir
la imposible tarea de no juzgar. Creer que yo no juzgo es un juicio también. Lo
que es evitable es creerse los juicios, eso sí es evitable. La felicidad acepta
todos los juicios, sin embargo no se cree ninguno que no tenga origen en la
felicidad.
Hemos hablado de Comunicación, Felicidad,
Habilidades y Actitudes. Nos faltan las emociones…
¿Qué es lo que llaman “Inteligencia Emocional”
para Sergi Torres?
En primera instancia, la inteligencia
emocional es la capacidad de descubrir que yo soy la causa de mis emociones y
que todas ellas son dignas de ser sentidas y vividas. Y descubrir que detrás de
todas ellas, hay un solo origen: paz perfecta.
En segunda instancia, la inteligencia
emocional es nuestra capacidad de ver más allá de la “calidad” de la emoción
(tristeza, alegría, ira, miedo) y descubrir aquella esencia que las une a
todas. Entonces uno se da cuenta de que todas ellas son energía y que la
energía es luz, y que la luz, a su vez, es conciencia y la conciencia,
finalmente es paz. Eso es para mí la
inteligencia emocional en tercera instancia, la paz. El que es inteligente
emocionalmente vive en paz sin importar que emoción esté sintiendo.
¿Qué es la fortuna (suerte) para Sergi Torres?
¿Tiene que ver con lo que la gente llama casualidad?
Cuando miramos a la vida, fuera de la
comprensión humana, fuera de las cosas buenas o malas, positivas o negativas,
nos damos cuenta que detrás de la vida
hay un impulso que da origen a la vida en el que no hay cabida para la
fortuna, ni para el azar, ni para la casualidad, ni siquiera para la sincronía,
que ahora está tan de moda. Todo emerge de la conciencia constantemente. Ser
consciente de ello no te hace más afortunado, sino más consciente.
Gracias Sergi.
Un honor, Roberto.
Blog de Roberto:
http://robertocrobu.wordpress.com/
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