Interlocutora: Me gustaría hablar sobre la Feminidad
Sagrada. No sé bien porque la llamamos Feminidad Sagrada ya que nunca hablamos
de la Masculinidad Sagrada. De hecho así es como surgió mi pregunta, porque lo que realmente quisiera preguntar es
cómo equilibrar el Masculino Sagrado en nosotros.
P’taah: Muy buena pregunta. Una de las razones por las
que para todos ustedes el enfoque se ha centrado en lo que llaman la Feminidad
Sagrada (y claro está, no hay ninguna diferencia entre la Feminidad Sagrada y la
Masculinidad Sagrada) simplemente es que este ciclo, este ciclo en el que se
encuentran ahora y que está llegando a su fin, ha sido, por así decirlo,
patriarcal. La creencia ha sido que Dios es masculino, las figuras de poder son
masculinas y en su sociedad lo masculino es más dominante.
Así que aquellos que han estado luchando contra este
ciclo patriarcal, han puesto a la Feminidad Sagrada en un pedestal, más arriba
que la Masculinidad Sagrada porque lo que desean es un cambio y una
transformación.
Nosotros, en nuestra forma de hablar con ustedes,
diremos Diosa/Dios en vez de Dios/Diosa, porque están entrando en un nuevo
ciclo. Lo que esto significa no es el declive de lo masculino, sino más bien
llegar al equilibrio entre el masculino y el femenino, y volver a honrar la
Feminidad Sagrada como la energía de la Diosa siendo el vientre de la creación.
Siguiendo con esta idea, ciertamente el vientre de la
creación es impulsado por el equilibrio de lo masculino. Sin lo masculino no
puede haber el impulso vivificador de lo femenino. Cuando todo se derrumba… (y
ha sucedido en ciclos de la humanidad) es como un péndulo que se balancea de un
lado para otro y si no hay un equilibrio entre ambos lados entonces siempre
habrá un desastre. Sin embargo es así como ustedes lo han creado en sus cientos
y cientos de reencarnaciones en los ciclos de la humanidad sobre la tierra,
simplemente para vivir esa experiencia.
Hoy en día el deseo de experimentarlo es diferente.
Así que en términos reales, en su vida diaria, esto significa asegurarse que
todas las cosas son honradas. Cuando se honran a ustedes mismos y honran a
todos los demás como Perfectas y Eternas Expresiones de lo Eterno, entonces se
alcanza el equilibrio. La esencia de todo es honrar y respetar cada cosa y cada
uno de ustedes están accediendo a esta idea de que la Diosa/Dios, La Fuente, el
Todo lo que Es está en todo.
Ciertamente todos ustedes son creados a imagen y
semejanza de la Diosa/Dios pero lo mismo sucede con todo lo demás. Así sucede
con todo lo demás. Y honrar toda la creación, todos los aspectos de la
creación, como una expresión perfecta y eterna del Todo lo que Es, y honrarse
entre ustedes como habiendo siendo creados por la Divinidad, por así decirlo,
cambiará la matriz de manera que se alcanzará el equilibrio entre la
Masculinidad Sagrada y la Feminidad Sagrada.
Interlocutora: ¿Podrías explicar…? Cuando describes la Feminidad Sagrada en cierta forma siento lo que es, ya que nos hablas del vientre de la creación y de todo de lo que ahora somos conscientes, pero no termino de entender qué es lo masculino. ¿Podrías explicar lo masculino en unos términos en los que pueda verlo más claro?
P’taah: Lo masculino es la idea, por así decirlo, la
idea que unida con lo femenino produce un resultado.
Interlocutora: Mmm (risas) realmente somos
Dioses/Diosas. Estamos hablando de magia otra vez y es difícil ponerlo en
palabras…
P’taah: Ciertamente estamos hablando de magia. Y así
es en cada uno de ustedes. Digamos por un momento que aquello que es el
corazón, aquello que es la emoción es lo femenino.
Interlocutora: Si.
P’taah: Aquello que es la mente, aquello que es el
cerebro, aquello que son las ideas, aquello que es el avanzar, eso es lo
masculino. Ciertamente se podría decir que lo masculino fue creado, que la
mente fue creada, para ser el sirviente, para satisfacer al corazón. Para ir
adelante y crear aquello que hace cantar al corazón. ¿Tiene esto sentido para
ti?
Interlocutora: Si claro, aunque en toda nuestra
mitología lo femenino es lo que surgió de lo masculino y no al contrario.
P’taah: Pues no es correcto.
Interlocutora: No. Aquí es cuando el Cristianismo invirtió
todo en la cabeza y nos contó que lo femenino estaba allí para servir a lo
masculino, y no al revés.
P’taah: Así es.
Interlocutora: Se me ocurrió algo esta tarde cuando
estaba pensando sobre esto. Consideramos a la Tierra como la Diosa, y de hecho
de muchas maneras, debido a la nutrición, los procesos de dar a luz y por tanta
fertilidad y abundancia, así que puedo ver lo femenino en la Tierra. Y me
pregunto si fue por eso que la humanidad se convirtió tan intensamente
masculina para contrarrestar el sentimiento de debilidad frente a lo femenino,
ya sabes, en la tierra.
P’taah: Oh querida, ese es el quid de la cuestión.
¿Por qué crees que en algunas culturas en tu plano las mujeres son tratadas
como criaturas peligrosas que deben ser enmascaradas y cubiertas y no pueden
ser vistas? ¿Qué tipo de poder tienen estas mujeres que atemoriza tanto a lo
masculino?
Interlocutora: Si, me preguntaba si es que son un
reflejo del mismo poder de la Tierra.
P’taah: Así es, así es.
Interlocutora: ¿Pero la Tierra debe ser ambos, no es
así?
P’taah: Por supuesto querida. Y en todas las facetas
aquello que es lo masculino y aquello que es lo femenino se deben unir para
crear la vida. Pero debe de haber un equilibrio.
(Continuará el próximo mes…)
Jani King /P'taah
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