“Es mucho lo que supone confiar en Dios. Pero Dios no se trata de confiar, se trata de Ser. La confianza sólo existe cuando estás separad@ de algo.” Ramtha.
En alguna ocasión publiqué en mi Facebook una pregunta respecto de la fe (tema sobre el que escribí en mi libro “4 palabras que curan”), con el fin de conocer y de aprender sobre la experiencia de quienes me leen. Mi pregunta fue: “¿Es necesaria la fe para sanar con las 4 palabras que curan?”.
Las respuestas no se hicieron esperar y
estuvieron divididas en partes iguales. Una mitad expresó que sí y la otra mitad escribió que no. Mi respuesta final fue más o menos así: “no es necesaria la fe (aunque no sobra) porque esto excluiría a quienes no la tienen y además, cuando dices te amo, lo haces sin apego a un sentimiento, lo haces sin razonar, sin preguntarte si sientes fe o no; lo dices y punto”.
Naturalmente mi respuesta en Facebook no fue bien recibida por algunas personas y un tiempo después llegó a mi correo una carta que me hizo sonreír. Aquí la copio de manera exacta y con el permiso respectivo de quien me la envió:
“Habiendo leído el boletín, me adhiero a tu convocatoria sobre temas para tu nuevo proyecto.
Hace un tiempo, preguntaste en Facebook si era necesaria la fe para utilizar las 4 palabras que curan…yo, muy segura de mí, dije que sí, que donde irían a parar nuestras metas sin la fe.
Leyendo luego tu opinión, me quedé como en el aire, confundida, enojada, perdida…estaba tan sacudida que hasta pensé en borrarte del facebook!!!
Me llevó días tratar de abrir mi cabeza y comprender que no solo mi visión era correcta, sino que también otras maneras eran válidas y compatibles, quiero decir, ni una ni la otra…las dos!
Y así, sin dejar de seguir mis creencias, empecé a practicar las 4palabras como si fueran una de esas muletillas que todos tenemos por costumbre, y las cosas empezaron a cambiar.
Ya mas tranquila puedo decirte que sigues estando en mi facebook, es más, ahora también te sigo en Twitter.
Bueno, espero que mi relato te pueda servir. Cálidos saludos desde el fondo de mi corazón.
Perdón. Lo siento. Gracias. Te amo.”
Patrii*
Mientras creces, escuchas tantas frases y adoptas un sinfín de creencias o posturas que en cierto modo te proporcionan una identidad, así como la seguridad de pertenecer a un grupo que sostiene tus mismas ideas. Después pasa un tiempo y resulta que aparece alguien diciendo que aquello en lo cual crees o creíste ciegamente, es sólo una idea más en tu cabeza, que la base sobre la cual caminas tambalea y que tu mundo es de papel.
¿Pero quién se cree? Piensas.
Entonces te defiendes, asiéndote con fuerza a la orilla que te hace sentir seguridad en las aguas del océano que es la vida.
¿Quién tiene la razón? ¿Cuál es la verdad? ¿En qué debo creer?
En ti. Únicamente en ti. Hay muchos escritos con los que vas a identificarte y otros con los que no. Hay palabras que llegan directo al núcleo de cada una de tus células y te dicen: “es por aquí”, mientras que hay otras palabras que no harán esto. Entonces la única persona que tiene razón eres tú porque cada idea pasa a través de tus sentidos para ser tomada en cuenta y la forma en que puedes valorar su aporte en tu vida es por medio de esa sensación de tranquilidad, acompañada por el hecho de no estar forzando las cosas para entenderlas. En tu mundo hay muchas señales que pueden guiarte hacia la única verdad que existe y que es tuya, es tu verdad.
Esto es algo similar a lo que mencionó la lectora: ni la una, ni la otra. Las dos.
Si el día de hoy eliges creer que los ovnis existen ¿Quién más puede penetrar en tu mente para prohibírtelo? ¿Quién más puede inmiscuirse en tu red neuronal para modificar tus creencias? Nadie más que tú. Así que todo lo que haya en tu mundo reflejará tu creencia y observarás ovnis hasta cuando estés durmiendo. Si el día de hoy eliges creer que el asunto de los ovnis es charlatanería, esto también se hará real en tu mundo y todo lo que llegue a tus sentidos lo confirmará.
Lo único que es verdad es aquello en lo que tú crees, ya que este mundo es tuyo y esto es algo fácil de comprobar, basta con que te des cuenta de que todo lo que existe es pensado por ti. En el hecho de comprender esto reside una gran parte de tu poder interior.
Aquellas palabras que sientas que son tu verdad, te mostrarán el camino que sólo tú tienes que recorrer. Y por esos lugares en donde vayas transitando, también llevarás al mundo encerrado en tus propias ideas, pensamientos o creencias y poco a poco irás soltándolas para dejarte ir, para moverte hacia la otra orilla o simplemente para fluir con los procesos que como ser humano tengas que vivir.
La frase de Ram que puse al inicio de este post, te puede ocasionar tres sensaciones diferentes: ofenderte, despertarte o satisfacerte; la que elijas será perfecta para ti y determinará todo lo que encuentres en tu caminar y esto siempre te llevará a lo que tú como individuo necesitas aprender.
Gracias Patrii* por dejarme en tu Facebook.
Gracias lectora, lector… por leerme, por enseñarme, por amarme.
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