Cada día más
información sale a la luz de cosas que antes estaban ocultas, escondidas. Más
denuncias de lo que no es transparente se transforma en información y se puede
sentir el intento a disolver la corrupción en distintos niveles del mundo, y
las sociedades a la luz de la verdad, el equilibrio, la armonía, la paz.
Cuando leemos sobre el
transformar la corrupción en transparencia, tal vez
provoca algún tipo de reacción,
pues relacionamos lo corrupto con lo político,
con lo que sucede en otros
entornos como los financieros, pero su extensión
nos conecta a todos y cada uno de
nosotros.
Me podrás decir que tal y tal son
verdaderamente corruptos y que
sus acciones están afectando a todo este
número de personas y las
consecuencias se miden en eso multiplicado y los
daños no se pueden resolver.
Pero, ¿por dónde empezó eso? Con la mentira
de alguien, con la verdad
disfrazada por conveniencia de alguien más, por una
acusación falsa para desviar la
atención a otro, etc. etc.
No hacemos todos
cuando somos pequeños esto mismo,
acaso no mentimos para no meternos en
problemas, o no decimos la verdad
completa así no nos retan, o no decimos
que la culpa fue de nuestra
amiguita o hermano cuando no es cierto, etc. etc.
No son estos comportamientos
acaso de extrema inmadurez y falta de
integridad cuando un ser humano
adulto, que sabe lo que hace o tiene todas
las posibilidades de ser
responsable, sigue eligiendo actuar como un niño
pequeño asustado de sus
mayores.
Y la falta de integridad comercial o
personal en la que además de
mentir, hacemos algo para perjudicar al otro,
sea rompiendo su juguete,
escondiéndoselo, provocando su pérdida y teniendo
el falso sentir de que uno esta
ganando.
En realidad estas cualidades no son
en la vida adulta expresiones de
la conciencia, no expanden el amor, ni
extienden la paz ni la felicidad
a nuestras vidas y entornos. No nos ayudan a
crecer ni evolucionar en nuestros
aspectos más elevados, por lo tanto, si es
algo tan viejo, hasta infantil y
queremos cambiar como individuos, tenemos que
permitirnos evolucionar, dejar de
repetir, hacernos conscientes de lo que no
nos damos cuenta, elegir las
opciones más dignas y elevadas en cada
momento, romper con la inercia y
la comodidad y animarnos a ser todo lo que
podemos ser. Profundicemos un
poco más en estos aspectos del amor, la paz,
la felicidad para el individuo y
la totalidad.
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