La semana pasada hablábamos de dejar ir los resentimientos, y esta semana vamos a intentar seguir estos pasos para experimentar más cambio aún.
lunes, 13 de junio de 2011
Cuatro pasos para superar el resentimiento:
El resentimiento se acumula cuando no somos reales con las personas en nuestras vidas. Lo que no se dice es lo que provoca el resentimiento. Muchas veces cosas pequeñas que se apilan unas encima de las otras, hasta que el más mínimo evento puede detonar una reacción explosiva. Trata de incorporar estos hábitos en tu vida para liberarte del resentimiento:
–Decir lo que uno siente en el momento. Hablar nuestra verdad es una de las cosas más difíciles de hacer para nosotros. Decirle a la gente -sobre todo a las personas que amamos y admiramos- que estamos molestos con ellos, es extremadamente difícil. La razón que lo hace tan difícil es que tenemos miedo a su rechazo, a perder su aprobación y, finalmente, a perder su amor. Pero cuando no decimos lo que está pasando, la irritación momentánea o conflicto que se generó se almacena dentro de nosotros y se suma a todas las otras veces que nos hemos reprimido por disgustos similares. Estas emociones se convierten en una barrera energética que impide que el amor que sentimos circule libremente: cada vez que vemos a la persona, recordamos inconscientemente esos momentos que nos molestaron y por ello nuestra atención, en lugar de estar plenamente presente aceptando a la persona como es, fresca y nueva cada vez, se distrae, enfocándose en lo que está mal. La espontaneidad de la relación se ha ido entonces. Si pretendemos ser amables y cordiales, nuestras interacciones se convierten en una representación, una actuación, donde el amor verdadero es difícil de encontrar. Cuando decides enfrentar el miedo al rechazo y decir lo que realmente sientes, algo increíble sucede. Tu transparencia te hace libre, lo que te permite soltar los juicios y emociones acumulados, y dejar ir el resentimiento.
Entonces, la apreciación y la inocencia que la relación había tenido antes pueden volver. Esta es la razón por la que muchas parejas van apartidándose con el tiempo: por miedo a perder al otro, ocultan lo que realmente sienten. ¿El resultado? Dos personas que están físicamente cerca, pero de todos modos distanciadas internamente.
–Desarrollar una relación amorosa con uno mismo. La necesidad de recibir la aprobación de nuestros seres queridos y de controlar y manipular su opinión acerca de nosotros, viene de nuestra propia necesidad de aceptación y amor. Solo cuando hemos perdido la capacidad de aceptarnos a nosotros mismos es cuando comenzamos a preocuparnos por lo que piensan los demás, y así empezamos a escondernos y a retorcernos para convertirnos en lo que consideramos “suficientemente bueno”. Con el fin de cambiar esta situación, tenemos que ir hacia adentro y empezar a buscar en nosotros mismos. Hay muchas maneras de ir hacia el interior. Algunas personas utilizan la meditación, otros simplemente se enfocan en estar presentes con ellos mismos… Yo enseño las facetas de mi sistema, que es lo que funcionó para mí. Lo importante es que tú comiences a escucharte a ti mismo, prestando menos atención a cómo el afuera te dice que seas, y empezando a escuchar la voz de tu propio corazón. Esto hará que sea más fácil para ti empezar a hablar tu verdad y dejar ir la necesidad de aprobación externa.
–Sentir tus emociones . Con el fin de soltar la carga acumulada de resentimiento, permítete sentir. Los niños pequeños no se resienten precisamente por este motivo: sienten todo, sin “filtrar” lo que deben o no deben expresar. Debido a esto, son capaces de ver todo fresco: cada momento es nuevo, lleno de posibilidades y de emoción. Es como si, al hacernos mayores, aprendiéramos a juzgar ciertas emociones como malas, y al hacer esto, comenzáramos a almacenar esas emociones en el interior, llevándolas a todas partes; sin darnos cuenta ellas se convierten en nuestra compañía subconsciente constante. Permítete enojarte, concédete la libertad de sentirte triste. Cuando lo hagas, encontrarás que el resentimiento y la amargura en torno a los sucesos del pasado empiezan a disiparse y que eres capaz de recuperar la magia y la maravilla inocente de la infancia.
–Elige siempre dar.
El resentimiento proviene de la sensación de carencia de algún tipo: sentirte maltratado, no respetado, o herido de alguna manera. Cuando te sientas así, elige dar. Al dar, llevas tu atención fuera de tu propio drama de insatisfacción y de inmediato te enfocas en la abundancia: en lo que tienes, en lugar de en lo que está mal o lo que te falta. Esta es una manera muy poderosa de cambiar tu enfoque, de la carencia a la apreciación.
El resentimiento es un truco que usamos para alejarnos de disfrutar de la belleza del momento presente. No dejes que te domine; la vida es demasiado preciosa, demasiado llena de entusiasmo y de oportunidades como para permanecer inmersos en el pasado. Utiliza estos pasos sencillos para entrenarte a experimentar la frescura del aquí y el ahora, y te encontrarás libre de resentimientos.
La próxima semana compartiremos este tema aplicado a las relaciones más íntimas, en la pareja.
Por Isha
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