Asociamos
la abundancia y la carencia con posesiones concretas, dinero, cosas materiales,
¿verdad? Pero en realidad son dos cualidades de la misma energía.
Por Isha
Pues sea el dinero o lo material más concreto, o sea la alegría o la
falta de ella, sea la salud en cualquier forma, lo que sea, estamos hablando de
la misma energía con diferente expresión. Y como toda energía, es influenciada
por lo que nosotros sentimos y creemos de ella. Si creemos que nunca hay
suficiente, pues siempre veremos lo que falta y entonces, dentro de esta
ilusión de dualidad, no podremos ver lo que tenemos. Siempre estaremos buscando
algo más, pues no nos sentimos completos en lo externo para llenar ese vacío
interior.
Verás que cuando comenzamos a apreciar lo que sí tenemos, a
apreciarlo de verdad, esa misma energía se transforma en lo que percibimos, y
esto comienza a convertirse en un gran imán.
En este universo la abundancia y
la perfección funcionan de manera opuesta a lo que creemos. Estamos siempre
pidiendo algo, siempre pidiendo más. Pero cuando aprecias aquello que tienes,
cuando alabas cada momento, cuando aprecias la perfección, vas a crear más
perfección.
Es así. Y esto es para aprender y cambiar, y ver que cuando nos
enfocamos en lo que nos falta, vamos a crear desde ese lugar de carencia donde
no estamos apreciando en realidad, pues la carga mas fuerte está en lo que
faltará, o lo que no está. ¿Te has dado cuenta cómo, más allá de lo que
tengamos en el banco o en el bolsillo, predomina una percepción interna que nos
dice: “no hay suficiente”, “nunca habrá suficiente”, “tengo que cuidar lo que
es mío"? Siempre ese pensamiento está activado por una protección, que es
lo que está creando el que yo me sienta más pequeño, que me sienta menos, que
lo que yo pueda hacer sea limitado.
Siempre tendemos a la acción de acaparar
o guardar, con una carga, como protegiendo por si falta o para cuando falte, o
para ahorrar si aumenta, y esa carga detrás de nuestra acción nos lleva a crear
menos, y tú tienes que tomar conciencia de ese aspecto que tiende a enfocarse
en la carencia y que no siempre tiene que ver con lo material. ¿Y qué es lo que
viene con eso? Siempre le acompaña una queja, por ejemplo: “¡No es suficiente
amor el que me das!” “¡No hay suficiente dinero, o no hay suficiente de alguna
otra cosa que quieres!” “¡No hay suficiente belleza!” “¡No hay suficientes
oportunidades!”. Hasta he escuchado: “No hay suficientes hombres!” Esto es de
nunca acabar. Si te quejas por lo que falta, eso crece, crece y crece.
Pero
entonces, ¿qué sucede si uno aprecia? La energía cambia y va en la otra
dirección, y entonces eso que aprecias será lo que crecerá. Y esta no es una
idea, no es una afirmación: esto es un sentir, es un vibrar.
Siempre les
digo: “Aprecia a quienes trabajan o viven contigo, aprécialos, y de ese modo
estarás eligiendo un comportamiento abundante en todo y con todos. Luego verás
cómo te transformarás en eso justamente, porque inspirarás a los otros desde
ese lugar de abundancia. Pero para eso, primero tienes que transformarte en esa
abundancia”.
Entonces, observa tus acciones: ¿En qué te estás enfocando? ¿Te
enfocas en apreciar? ¿Te enfocas en el vaso medio lleno, o te estás enfocando
en aquello que está mal, en aquello que te falta, en el vaso medio vacío? Si
estás haciendo eso, nunca nada será suficiente. Cuando te enfocas en la
carencia, en lo que falta, el miedo es tan, pero tan grande, que nunca habrá
suficiente, nunca nada llenará lo que falta.
Tienes que poder ver esto. Y lo
mismo sucede con tus acciones: enfócalas hacia lugares que se abren para dar, y
en consecuencia, son abundantes para recibir también. Por ejemplo:“¿Dónde puedo
dar más, para así poder ser más yo?”
Te invito a intentar esto en lugar de
estar protegiendo las limitaciones, pensando y actuando: “¡No, no puedo dar
más, estoy exhausta! ¡Si doy más la gente no me valorará, se aprovecharán!”
¿Ves como aquí está hablando el miedo? Miedo a que te quiten, miedo a no ser
valorada, miedo a no tener, miedo, miedo, miedo.
Cada uno de ustedes puede
comenzar a transformar esto, cambiar su enfoque personal, eliminar los miedos
que obstaculizan el fluir, pues ese fluir es naturalmente ilimitado. ¡El
universo sólo quiere darte y siempre está trayendo todo hacia ti!
Ábrete a
experimentarlo, te invito a explorar esto, esto nuevo que se llama
verdaderamente recibir, y verás cómo siempre la abundancia estuvo a un solo
paso de la carencia.
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