Hemos
aprendido que ser vulnerables es sinónimo de debilidad, que nos expone a ser
lastimados, pero es todo lo contrario.¿Cómo evitarlo?
La vulnerabilidad nos lleva a ser transparentes y
de ese modo, a poder ver con claridad a través de todo, como cuando las aguas
están cristalinas. Cuando nos encontramos tan llenos de defensas, de
resistencias a lo que la vida nos trae, nos asemejamos a las aguas turbias, y
es necesario encontrar ese lugar que con amor puede abrirse, mostrarse y
brillar. No pongas un límite a lo vulnerable que puedas ser, sólo sé real y haz
todo lo opuesto a lo que haces siempre. Y así tendrás un resultado opuesto, y
eso es lo que quieres, no?
Hemos aprendido que ser vulnerables es sinónimo de
debilidad, que nos expone a ser lastimados, pero es todo lo contrario: la
vulnerabilidad es un acto de valentía, que nos permite conectarnos con lo que
realmente sentimos, y de esa manera transformarnos en más amor. Y
sanar, abrazando nuestro ser.
Yo me veía a mí misma tan desastrosa, tan
necesitada, me avergonzaba tanto de mí. Siempre fui una mujer muy fuerte,
controlaba todo, era muy ejecutiva, pero cuando comencé a ir adentro,
pude ver en mí a esta niña con tanta necesidad, tanto abandono, tanto
miedo, tanta desilusión, tanto estrés. Y pude llegar a amarla
exactamente como era… y luego vivir lo que floreció de eso…: mi grandeza. Y
ustedes son idénticos a mí, no hay nada diferente.
Es necesario aprender a amar a ese niño interno que
ha creado toda esa personalidad para proteger su fragilidad, y al abrazarlo,
se transformará y se unificará en mayor abundancia de
amor. No temas sentir y liberar lo que ha quedado guardado, lo que
siempre negaste. Requiere mucho más esfuerzo ignorar ese llamado interno que
descubrir el amor incondicional que está en ti. No lo rechaces, no lo apartes
de ti, ama eso, porque es una parte tuya y no lo puedes negar.
Yo me he visto, y he podido ver que no hay nada que
esté mal. He visto mis celos, mi violencia, mi miedo. Cuando abracé todo lo que
antes había negado, ¿qué sucedió? Se transformó en amor, pues siempre había
sido amor, siempre, sólo que estaba asustada y quería ser amada. Eso es lo que
todos queremos en realidad, ser amados y ser el amor.
Si aprendemos a abrazar cada aspecto de nosotros,
lo podemos transformar, y estos extremos de violencia y sufrimiento podrán
disolverse y vibrar alto en la frecuencia del amor. Di sí a tu interior,
di sí. Amate, abrázate en amor incondicional y el mundo así lo hará también. Mi
sueño es que cada uno de ustedes, cuando se mire al espejo, vea en esos ojos
que lo están mirando, un "te amo". Esto es lo que yo siento hacia mí
y en consecuencia, hacia todos y todo.
Hasta la próxima semana
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