La
paz es un estado de ser, es el estado en el que nacemos, en el que llegamos al
mundo y lo abrazamos. Cada uno de nosotros, cuando mira a un bebé, queda
cautivado y conmovido por ese estado de paz que se contagia en su presencia,
que se anhela como algo perdido. Pero es justamente algo de lo cual tenemos la
profunda memoria celular, interna, que aún vibra como una melodía intrínseca, a
la cual le podemos aumentar el volumen cuando deseemos. Está allí esperando ser
recordada, elegida, experimentada.
Paz es una palabra que une a la humanidad
en su deseo común de unión. Incluso aquellos que pelean están luchando por la
paz. La mayoría de nosotros piensa en la paz de la siguiente manera: hay algo
que está mal en el mundo. Tenemos que llegar a un estado de paz para arreglar
la situación.
¿Has notado que cuando la gente está pidiendo por la paz, por
lo general está gritando?
¡Quiero estar en paz!
¡Déjame en paz!
¡Apaga ese
ruido! ¡Quiero un poco de paz!
Como seres humanos, siempre estamos diciendo: "Yo
quiero estar en paz", pero al minuto siguiente estamos luchando por la
"justicia", luchando por estar en lo cierto. Entonces, ¿qué es más
importante, tener paz o tener la razón? Cuando nos apegamos a nuestro punto de
vista, podemos llegar a considerarlo más importante que cualquier otra cosa.
Esta necesidad de estar en lo cierto, que a menudo requiere demostrar que el
otro está equivocado, genera conflicto.
¿Estás luchando en algún área de tu
vida? ¿Has dejado que tu opinión sea más importante que la paz y la armonía?
Si
no estás satisfecho con el mundo y sueñas con una familia humana más pacífica,
tu descontento no está contribuyendo a la paz en este momento.
PAZ SINM
La paz es la
quietud en medio del tráfico a la hora pico.
La paz es la aceptación interior.
La paz es la entrega: la entrega a lo que es, renunciando a la lucha y a la
necesidad de defender tu opinión.
La paz es la alegría de ser inocente, la
alegría de la existencia, la conciencia de la perfección.
Anhelamos un mundo
libre de conflictos, pero sentarnos a esperar a que cambie no ayuda a la
situación. Cámbiate a tí mismo y entonces estarás contribuyendo de la manera
más profunda y efectiva a la creación de un planeta pacífico.
Este es el
momento y éste es el lugar. El único momento y el único lugar que existen, pues
tanto el tiempo como el espacio son una ilusión. En la unidad del
amor-conciencia, no existen las distancias ni los cambios para medir. Solo es.
Todo
lo demás es una mentira. Cuando estás presente en ti mismo, estás en paz. Estás
en armonía con lo que es, reconciliando tus desacuerdos con la vida y abrazando
tu realidad. Este es el poder, ésta es la vida. Todo lo demás es distracción.
Puedes cambiar tu energía en un instante al estar completamente presente
contigo mismo.
Puede ser que hayas escuchado todo esto antes, pero no lo
habrás escuchado lo suficiente hasta que se convierta en tu realidad. No lo
habrás oído lo suficiente hasta que dediques cada momento a estar presente,
para reencontrarte con tu verdadero yo. Yo encontré la manera de hacerlo.
Funcionó para mí. Funciona para muchos. Puede funcionar para tí.
Entonces,
¿qué te parece comenzar esta semana una propuesta para llegar a los portales
del 2012 con esta experiencia? Que el caos externo en aumento, en cualquier
momento, en cualquier lugar, sea un recordatorio para traer esta experiencia
interna ahora, allí donde estés, sea que utilices mi sistema u otra forma de
trabajo interno o de meditación o de oración. Usalo para conectarte con ese
espacio íntimo en tu corazón y para traer esa presencia a lo que estás
experimentando ahora, y solo ser, presente estando allí, vibrando tu vida,
vibrando tu paz, dando al mundo aquello que quieres crear en él.
¿Qué te
parece esto como sugerencia? Ya que podrás ver lugares en que puedes soltar
más, puedes cambiar el control por la entrega en confianza al momento, puedes
decir sí. Revisa, siguiendo las pautas de esta invitación, y seguro descubrirás
lugares en los que soltarás el conflicto, y en su lugar aparecerá un espacio donde
pueda crecer la paz.
¿En qué áreas de tu vida tratas de controlar demasiado
las cosas?
¿Tratas habitualmente de controlar a tu pareja? La necesidad de
controlar viene del miedo, no del amor. Si realmente amas a tu pareja, déjala
ser. Préstate más atención a tí mismo y aprende a amar la manera en que tu
pareja hace lo suyo, en lugar de querer que se comporte exactamente como lo
harías tu.
¿Intentas manejar tu agenda exageradamente y luego te tensionas
cuando las circunstancias no cooperan y tienes menos tiempo de lo que
esperabas? La organización es una buena cosa - yo misma soy una persona muy
organizada - pero hay que reconocer que hay cosas que no puedes cambiar,
entonces no te agites cuando no salen a tu manera. La eficiencia proviene de la
capacidad de fluir, no de golpearse la cabeza contra una pared que se niega a
ceder.
¿Fijas metas para ti mismo y luego elaboras expectativas de cómo
quieres que las cosas salgan? Las expectativas son las condiciones que pones al
mundo, las ideas rígidas sobre cómo deberían ser las cosas.
Entonces, cuando
las cosas no salen como esperábamos, experimentamos decepción y frustración.
Deja de lado tus expectativas. Trabaja para alcanzar tus metas, pero
internamente, entrégate a lo que es.
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