Un joven discípulo dijo a un sabio filosofo:
-Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando mal de ti.
-Espera, le interrumpió el filosofo. ¿ya hiciste pasar por las tres puertas lo que vas a contarme?
-¿Qué tres puertas?
-Sí, la primera es la verdad ¿Estas seguro que es totalmente cierto lo que vas a decirme?
-No, lo oí comentar a unos vecinos.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda puerta,
la bondad. Lo que quieres decirme ¿es bueno para alguien?
la bondad. Lo que quieres decirme ¿es bueno para alguien?
-No, al contrario.
-Y la ultima puerta es la necesidad ¿es necesario que yo sepa lo que quieres contarme?
-No, no es necesario.
-Entonces dijo el sabio sonriendo: "Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, mejor será olvidarlo
para siempre".
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