Siempre les digo que cualquier “embate” de
nuestra vida, ya sea un problema, una enfermedad, la pérdida de un enamorado/a,
un problema económico/financiero puede ser sanado con las 4 frases, ó con
cualquier otra herramienta… siempre y cuando seamos conscientes de lo que está
ocurriendo, sin reaccionar, sin expectativas, sólo observando sin juzgar… sin
resistirnos… sin luchar contra eso… simplemente amando eso… permitiendo que
SEA.
Recuerdo cuando leía las enseñanzas del
Maestro Eckhart Tolle… en EL PODER DEL AHORA… “ESTE MOMENTO”… “Amar este
momento con todo lo que trae”… Yo decía: “WOW! Si tan solo esto fuera
posible…!” Estar “PRESENTES” siendo conscientes de que “no hay nada más inútil
que resistirse a lo que ES” (una de las frases de este maestro que más me han
impactado). Luego comprendí que TODOS nuestros “reconocidos maestros” nos
habían estado tratando de decir lo mismo: NO TE RESISTAS… ENTREGATE AL MOMENTO…
como si fuera tan sencillo… ¿Cómo puedo yo quedarme de brazos cruzados? ¡De
ningún modo! ¡“Tengo” que hacer algo al respecto!
“Tengo” que ayudar a otros” (como si eso fuera
posible)… “Tengo” que ayudarlos a “cambiar” (como si eso fuera posible)…
“Tengo” que hacer justicia (como si supiéramos “algo”)… Siempre enfocados en el
AFUERA (donde jamás ejerceremos nuestro poder infinito)… “Otros tienen que
cambiar”… “Otros tienen que darse cuenta”… para que YO sea feliz!!!????
Esto se llama resistencia a lo QUE ES. La
resistencia viene de nuestras creencias. Y la primera creencia es que no
podemos manejar nuestro interior… es la creencia de ser totalmente dependientes
del afuera… es pensar que los pensamientos, acciones y palabras de “otros”
manejan nuestro “destino”.
La ÚNICA verdad es que sólo nosotros podemos
manejar nuestro destino y… ES LO UNICO QUE PODEMOS MANEJAR!!!. Y la resistencia
crea enfermedad, problemas, dolor y muerte.
La enfermedad surge al nivel del Aumakua y el
mensaje es “algo tiene que cambiar DENTRO”... y normalmente ese “algo” es
“prestarse atención a uno mismo” volver de “retorno” al ADENTRO de uno mismo
(oh! la comunicación con el Unihipili... exacto!)... no podemos resolver ningún
problema (ni de salud, ni de cualquier otro tipo) en el mismo nivel que ha sido
creado (Einstein)... necesariamente tiene que llegar ese entendimiento de que
el problema nos está pidiendo un cambio interno. Y todavía tenemos que resolver
algo aún peor... no podemos resolver los problemas internos yendo “afuera”...
Todo el tiempo hemos preferido ir con el
relojero en lugar de ir con el Fabricante del reloj... El Fabricante… que es
Quien nos ha diseñado, es Quien SABE exactamente cuáles son las partes que
pueden estar fallando... y es Quien tiene todos los elementos para arreglarlas
(sin desperdiciar ni un solo elemento, de hecho... sumamente eficiente, por
otro lado).
Amados... dentro de cada uno está implícito el
Fabricante del reloj... es inherente a nuestra naturaleza y a la naturaleza
toda. Eso está demostrado en nuestra experiencia... pero seguimos insistiendo
con la “cultura”... con lo que debe ser... con lo que hemos elegido creer... La
experiencia nos dice, desde muy pequeños, que si nos lastimamos externamente,
el Fabricante reúne todo lo necesario… mueve todas las piezas, para que ese
lastimado sea reparado… en tiempo récord. Para ello, hay una “agregación
plaquetaria” que evita que la sangre siga saliendo… hay un movimiento celular
intenso que genera piel nueva y…como si fuera poco, hay un increíble y
sofisticado sistema inmune que evitará que cualquier agente patógeno se instale
en la herida. Lo hemos visto funcionar miles de veces. Qué nos hizo creer que
este Fabricante funciona perfectamente AFUERA con tanta exactitud y precisión y
que cuando tiene que hacerlo ADENTRO se vuelve tan “incompetente”?
Siempre nos fue más simple tomarnos una
pastilla antes que prestar atención a lo que ocurre dentro... ó tal vez creímos
que no somos lo suficientemente buenos como para lograr algo así. Lo cierto es
que es mucho más simple ir adentro y comunicarnos con el Fabricante que tapar
lo que nos quiere decir con una pastilla que se lleva los síntomas a otra
parte. El Fabricante responde en tiempo récord. Pero eso requiere que pongamos
nuestra confianza en él, y no en el afuera.
Hemos entregado todo nuestro Ser a los manejos
del AFUERA… Tanto a la medicina como a la religión... la religión se ha
encargado de nuestro espíritu y la medicina de nuestro cuerpo. Así hemos
entregado a cualquier “externo” todo nuestro Ser. Es hora de hacernos cargo,
hacernos 100% responsables... del único ser humano que pusieron a nuestro
cuidado…
La Paz comienza conmigo.
Verónica Tomzic
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