miércoles, 8 de junio de 2011

RELACIONES CON STEPHANIE



Hola amig@s. Reconozcamos algo: tenemos la compulsión de querer ayudar a nuestro modo a las demás personas y mucho más si se trata de aquellas tan cercanas como nuestr@s hij@s. Esto lo hacemos porque en realidad nos duele que sufran, que se hagan daño entablando relaciones para las cuales consideramos que no 
están list@s o que de algún modo interrumpirán su proceso normal de vida.

Es difícil decirle a una madre o a un padre que suelte a sus hijos, porque ellos no saben que quien siempre tiene la última palabra es la Inteligencia Divina; es difícil hacerlo porque esa madre cree que está a cargo, tal como lo hacemos todos los seres humanos. Entonces lo que sucede casi siempre es que hay discusiones respecto de cómo debe comportarse la chica o el chico y así comienza una guerra que casi siempre finaliza cuando alguien se da cuenta de que la lucha era inútil porque igual todo se reduce a una experiencia importante para crecer individual y grupalmente.


Cuando se es adolescente, generalmente se es de mejor clase social que los padres y la verdad es que no deseas ver aparecer a tus padres por donde tú estás porque son un desastre, tanto si quieren encajar en tu mundo a la fuerza como si te llevan la contraria. En cambio, cuando ya eres madre o padre, todo gira y pasas a ser de un estrato social inferior al de tus hij@s y no puedes acordarte de que fuiste adolescente alguna vez y por eso ves con horror que a las 10 de la noche del viernes, ella toma su blackberry (comprado por ti, con tu dinero, con tu esfuerzo, con tu trabajo) y dice: bye! así no más, bye!
Entonces sales tú con tus rulos en el cabello o con el periódico desde la cocina y le gritas: ¡¡¡Stephanie Marisol ¿A dónde crees que vas???!!! pero te recibe un portazo. Entonces las ganas de ir por tu bata azul para ponértela e ir tras ella con el fin de ahorcarla se desvanecen con la música estridente que sale del cuarto de tu otro hijo, quien se quedó en casa practicando con la batería. ¿Eso es música? te preguntas y vas de nuevo a preparar algo para cenar, preguntándote en qué te equivocaste para que todo saliera tan mal.
Pero no te equivocaste. Esa es la vida! y no es igual para todas las madres o padres, hay diferencias en las familias porque la diversidad existe y no queda otra opción más que limpiar con las 4 palabras que curan Y ¿Quién tiene que hacerlo? Stephanie Marisol o tú? Pues tú. Si esperas a que ella deje de salir con sus amistades para quedarse a escuchando mis audios, creo que necesitas retomar tu vida. Es por eso que estoy pensando en lanzar de nuevo el seminario Relaciones maestras guiado por mí, la gente lo quiere de vuelta!.
Te amo, gracias por estar aquí para mí.

Vivi

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