sábado, 28 de abril de 2012

MAS ALLÁ DEL SUFRIR VIBRA EL SENTIR REAL. Por ISHA


Vivimos en lo cotidiano con tanta presión, con tantos dramas que nos agobian y que tienen una intensidad que consideramos inmanejable, que la confusión, la falta de claridad y la soledad interna que sentimos, nos supera.
lunes, 09 de abril de 2012
           
En las relaciones más cercanas no nos expresamos sino con reproches, con dolores pasados que envenenan de resentimiento los momentos presentes compartidos y donde nada se resuelve, todo se guarda, y las consecuencias solo se sufren.

A veces, incluso, nos pegamos a quienes no nos quieren o a quienes nos hacen daño, y lo sufrimos, llegando a creer en realidad que no merecemos el amor, y así, nos relacionamos con alguien que puede confirmar nuestra idea de no merecer el amor, y luego peleamos con esa idea, pero seguimos dirigiéndonos a obtener el amor donde no está.
 
Esta es nuestra adicción a sufrir, y el apego a ese espejo externo que me sigue mostrando el "no merezco" y el "no hago nada bien". Y puedes cambiar ese espejo las veces que quieras (cambiar de pareja, de amigos, de lugares) pero mientras no cambies ese sentir interno el reflejo será el mismo.
 
Cuando decidas dejar de sufrir y empezar a sentir, a vibrar en el amor hacia tí mismo, a decir "merezco", y sentirlo, a apreciarte por los pasitos de tu crecimiento y de tu cambio, tu espejo comenzará a reflejar el brillo que emana vibrante de tu sonrisa interior y de tu mirada.
Empezamos así a descubrir un sentimiento real.

A veces quedamos, incluso, limitados por los miedos y las fobias que no nos dejan avanzar, que te dejan sufriente en un lugar, y donde se siente que no se puede ir más allá. Y los miedos, todos, pueden ser transformados, atravesados, pues son grabaciones que te hacen percibir de cierta manera, y que lo podés cambiar.
 
Por eso digo: son una ilusión, son solo una gran línea que te grita "NO, más allá de aquí NOOOOO, algo terrible puede suceder". Pero la evolución es cambio permanente, la vida es un SI al cambio.

Y cuando desafías ese miedo al cambio, a lo diferente, éste comienza a disolverse, entrando en una vibración más elevada de energía: la vibración del amor. Y así, esa memoria que está grabada, se disuelve, y tu fragilidad de ayer es tu fortaleza de hoy, hasta que todo se convierte en esa vibración elevada.

Todo te lleva a descubrir ese sentir real. A veces sufrimos en las relaciones pues las basamos en querer tener la razón para sentirnos valorados y apreciados, reconocidos, y nuestra interacción es la pelea y la discusión, esperando siempre que el afuera nos responda como nosotros queremos para sentirnos felices y satisfechos.

No es necesario sufrir, se puede elegir una forma diferente de interacción. Es importante ver cómo el hábito de quejarnos permanentemente, de pelear por tonterías, de querer tener la razón y que el otro cambie, nos llenan de amargura momentos que podrían ser de dicha compartida.

Una vez más, si ésta es tu forma de relación, te invito a descubrir el sentir real con el que te puedes conectar cuando cambiamos lo automático, lo habitual, cuando vamos más allá. Una historia en particular se destaca claramente en mi memoria.

Un preso que participaba en nuestros programas nos contó que nadie había venido a visitarlo en los quince años que había estado en la cárcel. Se sentía abandonado y rechazado, olvidado, y durante años había albergado resentimiento silencioso hacia sus amigos y familiares. Llegó a culparlos a ellos y a su indiferencia por su baja autoestima y su abatimiento.

Siguiendo las directrices de nuestro programa, empezó a ir hacia adentro. Comenzó a tomar responsabilidad de su propio estado interno, y se dió cuenta que estaba resentido y se sentía desanimado, no porque sus seres queridos no lo visitaran, sino porque no se amaba a sí mismo.

Este fue un logro tremendo para él, para dejar finalmente de culpar al exterior y empezar a tomar responsabilidad de su cambio interno. Si él pudo hacer eso, estando en la cárcel, ¿qué te impide a tí hacer lo mismo?

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