domingo, 24 de junio de 2012

VIVIR EN EL MUNDO SIN SER DEL MUNDO. Por ISHA


Me preguntas por el significado de esta frase con la que nos hemos encontrado tantas veces. Y bien, no es una condena al mundo sino un llamado a uno mismo, a ser todo lo que uno realmente es, sin perderse en el mundo, sino dándole.
lunes, 23 de abril de 2012
           
Nos habla de una invitación a ser más, de una permanente evolución como ser humano, de ser la conciencia y compartir eso a través de lo que uno hace, a través de lo que uno da.
 
No se trata de estar en el mundo esperando y tomando de él. Eso es lo que hemos hecho, afectando todo nuestro entorno. El ecosistema natural nos muestra su elevado grado de polución como resultado de haber tenido durante tanto tiempo esta actitud de usarlo, de tomar de él, de usufructuar. Tenemos que ser el amor dentro de la ilusión de lo temporario. Lo ilusorio es lo que cambia, y cuando ser el amor es una línea permanente por la que uno fluye y que es naturalmente abundante, más se da y más se recibe. De este modo, uno actúa desde un lugar totalmente claro y conciente. De lo contrario, estás a merced de lo caótico.
 
Y es por esto que una de las formas clásicas del victimismo es sufrir por lo que no podemos tener. Nos hemos convertido en expertos encontrando lo que falta y enfocando nuestra energía en ello: un método infalible para drenar de la vida toda la felicidad. Cuando la decepción por lo que no se puede tener se convierte en tu obsesión, opaca la magia y las oportunidades que se presentan en cada momento.
Lo mismo puede suceder con cualquier parte de la vida que sintamos que nos falta completar y donde culpamos a nuestra insatisfacción por algo que no podemos cambiar. Al hacerlo, renunciamos a nuestra capacidad de encontrar la alegría en todo las cosas maravillosas que la existencia trae.

Repetí esta dinámica muchas veces en mi vida, y finalmente entendí que mi seguridad no podía basarse en lo externo, que tenía que cultivar una experiencia interna de amor-conciencia y encontrar la estabilidad dentro de mí. Así que, finalmente, fué mi sufrimiento el que me llevó a transformar estos aspectos en una nueva percepción de la vida. Cuando ya me había cansado de sufrir, finalmente tomé una nueva decisión.

No fué hasta que abracé la parte necesitada de mi misma que fuí capaz de aceptar eso en los que me rodeaban. Al abrazar nuestra propia humanidad, podemos encontrar la belleza en todos los aspectos de la expresión humana. Los extremos del propio auto-rechazo juegan también en el escenario mundial. En algunos, el miedo es tan grande que los lleva a la violencia, mientras que otros matan por miedo a perder a sus seres queridos. Sin embargo, si aprendemos a abrazar todos los aspectos de nosotros mismos, nuestro sufrimiento y violencia se disuelven en la frecuencia del amor. Di que sí a tu ser interior. Amate a ti mismo, abrázate en el amor incondicional, y el mundo también lo hará.

En los últimos años el trabajo de mi Fundación me ha llevado a varias prisiones a lo largo de toda América Latina. Algo que me ha impactado en gran medida durante estas visitas, es el sincero deseo de transformación en muchos de los internos. Los he oído decir que ahora se dan cuenta de que nunca fueron libres, incluso antes de la vida en prisión, y que ahora sí están comenzando a descubrir la libertad interior. Entonces, mi invitación es a que descubras y realices lo ilimitado en tu interior.

Enfócate en el ideal más elevado de lo que quieras ser, y permite que el amor desborde desde allí, llenando todos los aspectos de tu existencia humana, y compartiéndolos en abundancia. ¡Tu auto-realización estará en el mundo, brillando.



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