domingo, 6 de julio de 2014

SIEMPRE ESTOY CREANDO FANTASIAS EN MI MENTE...NUNCA DISFRUTANDO REALMENTE LA VIDA. POR ISHA

Yo solía hacer eso también, porque soy artista, siempre estaba creando fantasías. Pero en realidad era la forma que yo tenía de escapar de mí. No es que eso sea malo, pero no se le puede comparar con la satisfacción que brinda la experiencia de sumergirse en el momento presente, de ser y estar completamente en este momento en el que tú estás físicamente, en que tu corazón late, tu respiración sucede, la sangre corre por tus venas, ahora; la luz que entra por tus ojos, un sonido que pasó, otro palpitar del corazón… Es la mejor experiencia que puedes tener. Por eso siempre insisto en el estar presente, porque entonces realmente comienzas a encontrar el equilibrio y aprecias aquello que te sucede. Porque cuando estás presente, todo es espectacular,  mejor incluso que las fantasías más increíbles de tu cabeza, mejor que cualquier chat, que cualquier distracción. En ese momento sucede la comunicación más íntima y profunda que puedas tener, el compartir más sublime en ese espacio de tiempo – ahora – en ese lugar maravilloso – aquí - : contigo mismo.
Es a partir de esa experiencia que comienza el proceso del encuentro de la abundancia interna, y puedes comenzar a disfrutar del silencio, a disfrutar de esa vibración, en lugar de estar buscando constantemente una distracción. Cuando no estás dentro de ese silencio, tienes que estar pasando música o estar afuera con algo, o fantaseando acerca de alguna cosa que nada tiene que ver con la realidad. Pero cuando comienzas a encontrar esto, te instalas en la realidad, en esa realidad esencial que es el amor, y disfrutas esa vibración tan hermosa de silencio, y entonces también comienzas a ver la magia y la belleza de lo externo.

Es buenísimo que finalmente tengamos la capacidad de ver que, en realidad, uno se está escapando de uno mismo constantemente, como si pensáramos: “el que yo soy no es suficientemente bueno”, “tengo que crear algo externo  que sea mejor”. Y eso inhibe el crecimiento basado en una autoestima elevada, en una positividad que guía a elecciones de una mejor calidad de vida. Va frenando nuestro proceso evolutivo y nos va dejando allí, estancados y pegados al afuera, solo porque es un escape y porque no nos damos cuenta en dónde está el verdadero camino.
Otra cosa que podemos ver es que tenemos una pelea constante con los discursos que van pasando por nuestra cabeza. ¿Han notado que empiezan a pensar en algo y luego comienzan a pelearse con eso, o a pretender que no está allí para no escucharlo? Todo esto genera estrés interno y una actitud de rechazo a uno mismo que no es saludable.  Decimos que queremos paz y calma, pero aunque nos traslademos al paraíso mismo, todo perfecto en la naturaleza que nos rodea, estaremos  enganchados en una pelea interna que no nos permitirá relajarnos.
Por eso, mi invitación es la de cultivar el espacio de paz, de gozo, que está vivo y activo en la experiencia del momento presente. Aprender a traerse al ahora, disfrutando del bienestar paradisíaco que yace allí, sin necesitar estar en un lugar externo especial, - pues no hay nada más especial que tú, que uno mismo, - ¿qué te parece si lo vas intentando?  Como todo, al principio necesitamos practicarlo. Pero te aseguro que la plenitud que te brindará no se compara con ningún otro logro, y ya me contarás, pues allí mismo descubrirás el poder verdadero de atracción que yace en tu corazón y comienza por ti, por el amor incondicional a ti mismo que se irradia hacia todo.

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