lunes, 9 de mayo de 2011

TENGO GANAS DE RENUNCIAR A TODO

Vivi Cervera


Hace algún tiempo una mujer me escribió para comentarme acerca de lo bien que se sentía por haber encontrado la herramienta perfecta para silenciar las voces negativas que venían de su interior. Ella me decía que había leído mucho y que en todos estos libros la recomendación era mantenerse pensando positivamente respecto de la salud, del amor, de la prosperidad, luchando contra todos los fantasmas de la mente, lo cual le pareció siempre algo magnífico, aunque no supo cómo hacerlo hasta que conoció las 4 palabras que curan.
A much@s personas les ha sucedido esto mismo, necesitaban dejar ir los fantasmas de su mente representados por la escasez, la enfermedad, el miedo, la tristeza, la culpa, la ansiedad, etc., pero no sabían como hacerlo. Algunas de ellas encontraron diferentes formas para sentirse mejor, mientras que otras -como yo- conocieron la tranquilidad que llega por medio de la limpieza de estos recuerdos segundo a segundo y sólo utilizando las frases: lo siento, perdóname, gracias, te amo. Aunque parezca demasiado sencillo, así es como se lleva a cabo un proceso de limpieza de memorias, pronunciando estas frases -aunque no las sientas- de forma permanente. Entre más veces las pronuncies, mejor te sentirás y entre mejor te sientas más veces las pronunciarás porque así es como funciona.


No quiero decir con esto que las 4 palabras sanadoras sean la única salida para encontrarnos, es sólo que a una gran parte de la humanidad nos correspondió conocerlas y adoptarlas para sanar con ellas. Así como otra gran parte de seres humanos encontrará definitivamente aquello que le haga sentir mejor quizás yendo por caminos distintos. Todo es bienvenido si te hace sentir mejor.
Si en alguna ocasión sientes que tu mundo está al revés y que nada parece tener sentido, sólo pronuncia estas 4 frases sanadoras. Si llevas mucho tiempo haciendo esto pero no consigues ver nada, continúa haciéndolo porque hay recuerdos con raíces profundas para los cuales necesitamos tiempo y sobre todo la disposición suficiente para no renunciar. Y si has querido renunciar, entonces puedes sentir gratitud por la libertad de tener este sentimiento y por la libertad de elegir. Tarde o temprano te darás cuenta de que todo lo creado se envuelve con la misma energía y que siempre regresaremos a nuestro punto de partida: el amor.
Sonríe. Gracias por leerme.
Este seminario de Relaciones Maestras le ha dado mucho sentido a mi vida.

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