lunes, 2 de mayo de 2011

UN BELLO ADIOS


Por Vivi Cervera


Hola! Me da gusto saludarte y entregarte hoy este boletín. Te cuento que mi fin de semana fue algo agitado porque recibí la noticia de que una amiga muy querida había fallecido en un trágico accidente automovilístico junto con sus dos pequeños hijos.
Mientras me lees por favor susurra sin pensar a quién se lo dices: Lo siento, Te amo. Lo siento, te amo. Lo siento, te amo.
Hacer esto va a limpiar de manera automática los recuerdos dolorosos que te conectan conmigo, va a limpiar tus propias memorias y de alguna manera a las personas involucradas que son una parte de ti. En estos días estuve muy cerca de la familia ya que cuento con su valiosa amistad y aunque mi naturaleza humana me impulsó a llorar varias veces, había dentro de mí una chispa que me invitaba a dar las gracias constantemente por lo que estaba presenciando, por lo que estaba sintiendo y así mismo por mi risa ocasional por los mejores momentos compartidos con ella o con sus niños.

Veía a la familia y me daba cuenta de lo importante que era y es, aceptar y amar el dolor tan profundo que ell@s sentían en esos momentos. Me daba cuenta de que yo estaba ahí para continuar borrando mis propias creencias, apegos, ideas heredadas y muchas cosas más respecto de la muerte.
Gracias, lo siento, perdón, te amo. Me alejé de los motivos, me alejé de los porqués, me alejé de la cháchara mental de mi cabeza y me amé por estar ahí. Entonces otra vez sentí que somos nada, y que sólo un sueño nos tiene aquí. Es como si el Sol hubiera solidificado sus cálidos rayos en pequeñas estructuras humanas por algún tiempo para después atraerlas nuevamente en forma de luz. Pero aún esa luz se convierte en un pensamiento sobre el cual será importante limpiar para que aparezca la nada de donde vinimos.
No estoy triste porque Lupita, Hectorín y Marifer están en paz y su paz ahora es mía. Aparte de todo creo que desperté un poco más para concluir que no es la muerte quien nos roba nuestros seres amados, ya que ella los inmortaliza en nuestros corazones. Es precisamente la vida con su juego loco, la que muchas veces nos aleja de ellos.
Deseo Paz en tu corazón que es el mismo mío. Gracias por leerme.

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