Aunque las 4 palabras que curan se pronuncian momento a momento y en cualquier situación de la vida diaria, hay instantes en los cuales olvidamos hacerlo o pensamos en que es alguien más que tiene algo por solucionar. Pero en la medida en que aprendes a vivir, en la medida en que conoces cómo funciona el mundo y en quién se experimenta, también descubres que bajo cualquier circunstancia siempre eres tú quien puede pedirle a tu Yo Sagrado que limpie la causa de tu incomodidad.
Me imagino que hay ocasiones en las cuales se te olvida que un problema existe únicamente cuando tú estás en medio de él, cuando tú lo estás presenciando. Por ejemplo: en este momento puede estar creciendo una hermosa planta en el planeta Venus, pero como tú no estás allá no tienes idea de lo que pueda suceder alrededor de la planta. ¿Existe? ¿Le falta agua? ¿Sol?
No tienes la más remota idea, entonces esto no supone nada para ti y prácticamente no existe ya que no entra en aquello que tú puedes percibir o en aquellas situaciones en las cuales eres testigo o protagonista.
¿Percibes guerras? ¿Percibes situaciones globales difíciles? ¿Percibes la destrucción de los ecosistemas? Si la respuesta es que si, entonces son tus percepciones y si son tus percepciones entonces aunque estés muy lejos de los países con problemas o aunque te sientas ajen@ a lo que percibes... ERES TU QUIEN HA DE PRONUNCIAR LAS 4 PALABRAS QUE CURAN, porque toda la gente que tú crees que está involucrada en esos conflictos, lo está pero dentro de tu mente. Todo se ejecuta, se genera o se manifiesta desde tu interior y por esto tú comienzas a limpiar diciendo: lo siento, perdóname, gracias, te amo.
De igual modo sucede cuando sientes que algo te ataca directamente o va contra tus principios. Siempre que sientas incomodidad debes conectarte con la Fuente.
Gracias por leerme. Te abrazo. Lo siento. Te amo.
Viví Cervera
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